Cajeros automáticos: los aparatos de Satán
Amados discípulos, escuchen con detenimiento el escalofriante relato de unos de los miembros de nuestra Hermandad:"Por septiembre de este mismo año, 2004, decidí tomarme unas plácidas vacaciones en Almuñecar al amparo del veranillo de San Miguel.
Para dichas vacaciones reservé en mi cuenta de gastos la modesta, pero nada desdeñable, cantidad de 200 euros de bellón.
Tras dos días de estancia en la granadina localidad y una vez agotada mi liquidez en efectivo decidí recuperar los 200 euros que en su momento reservé. Fatídicamente introduje mi tarjeta de crédito en un cajero automático perteneciente a una red diferente a la de mi tarjeta (el cajero era de Servired y mi tarjeta es 4B).
Tras introducir la clave de acceso y formular la cantidad del reintegro, los 200 euros, apareció un "jocoso" mensajillo que me amenazada con que de proseguir con la operación esta llevaría asociada la cantidad de 8 euros de comisión.
Entonces decidí cancelar la operación ya que mi economía no es lo suficientemente boyante como para ir regalando dinero entre las diversas entidades de crédito.
Apreté el botón que cancelaba la operación y un mensajillo en la pantalla confirmó la cancelación. Quizá en actitud paranoide, decidí consultar mi saldo para certificar mis haberes.
Cual fue mi sorpresa cuando comprobé que tan sólo me quedaba la ridícula cantidad de 2 euros y algunos céntimos en la cuenta: los 208 euros habían volado pese a cancelar mi demanda de efectivo.
Ahí quedé yo, como un burro amarrado en la puerta de un baile, con sólo dos míseros euros con los que "disfrutar" el resto de mis vacaciones. Enseguida engendré un profundo sentimiento de ira hacia todos aquellos que permiten, consienten y se lucran de estas situaciones. Esto clamaba Justicia!!!.
Seis días más tarde la cantidad vilmente secuestrada fue reintegrada a mi cuenta de gastos pero la felonía ya había sido cometida.
Tras regresar de mis vacaciones comprobé de boca de varios amigos que este suceso no se trató de un hecho aislado y, al contrario, este acto de piratería es uno más a añadir a la lista de la picaresca bancaria".
La pregunta subyacente es: ¿No hay nadie que denuncie el latrocinio que supone la inmovilización del importe de una operación cancelada por casi una semana?.
5 comentarios
Mandamás de la Secta -
_q[0-o]p h e l l b o y _ -
Soy el niño MELON !!!!!!!
Mandamás de la Secta (Continuación de la respuesta) -
Ejemplo patatero:
Imaginemos que vamos a una frutería y le decimos al frutero (Cajero automático) que queremos un melón de 3 Euros.
El frutero coge los 3 Euros y cuando va a darte el melón te dice que la bolsa para transportarlo te va a costar otro euro (comisión bancaria) y te pregunta si aún así quieres el melón.
Tú le dices que no (cancelación de la operación) y el frutero no sólo no te devuelve los 3 euros (hasta pasados 6 días en los que frutero habrá podido obtener ganancias en las tragaperras) sino que además no te da el melón.
Resultado: Tú sales de la frutería sin melón y sin los 3 Euros.
Con el cajero automático ocurre lo mismo: no sólo no consigues los 200 euros que querías sacar sino que esa cantidad se le resta a tu saldo.
No quiero ni pensar que ocurrirá si cancelas una operación de que doble tu saldo actual: supongo que pasarías a ser deudor del banco por no recibir nada.
Mandamás de la secta -
En este caso si en el cajero se cancela una operación de reintegro de 200 euros SIN LLEGAR A EFECTUARSE (de ahí la cancelación) el saldo del cliente debe de ser idéntico antes y después de iniciar/cancelar la operación.
En este caso el saldo anterior era de 210 euros y por arte de San Emilio Botín se quedó en 2 euros. Mientras, los 208 euros restantes cotizaban intereses en alguna perdida bolsa asiática.
_q[0-o]p h e l l b o y _ -
Apropiadas imagenes !